Picada de Haedo. 9 años para Diego Cuevas : un fallo que pudo haber sido mas duro. El conductor que atropelló y mató a los dos jovenes seguirá con prisión domiciliaria

Fue en el 2015. Cuevas manejaba ebrio por Rivadavia, cuando se subió a la vereda y embistió al grupo de jóvenes, tras lo cual, dos de ellos terminaron fallecidos. Los familiares, indignados, reaccionaron ante el injusto fallo, y hubo algunos desmanes en los Tribunales de Morón.

Pese a que el fiscal había pedido 18 años como condena para el joven imputado por atropellar y matar a dos adolescentes y herir a otros en abril de 2015, fue condenado a la pena de nueve años de prisión. El joven condenado con una pena que no parece la mas adecuada, y leve, corría una "picada" a mas de 130km por hora, en Haedo. Diego Cuevas, el conductor que hoy tiene 22 años, cumplía prisión domiciliaria y seguirá, lamentablemente, con ese beneficio hasta tanto la condena quede firme. Cuevas llegó al juicio acusado por el delito de "homicidio simple con pluralidad de víctimas" por provocar la muerte del joven Lautaro Juárez y José Mármol Lastra, ambos de 16 años y también por el delito de "lesiones graves" por las heridas que sufrieron otros cuatro chicos. Al escuchar el fallo en los tribunales de Morón, los familiares de las víctimas se mostraron indignados con la pena y no tardaron en reaccionar y reprochar a los jueces, generándose algunos disturbios, en medio de gritos, amenazas y llanto. Recordamos el hecho : las víctimas volvían de bailar de un boliche de Ramos Mejía, en el momento en el que fueron atropellados, el domingo 5 de abril alrededor de las 7:00 de la mañana. Cuevas, quedó comprobado, manejaba ebrio por la avenida Rivadavia a la altura de la calle Maipú, en Haedo, cuando perdió el control del auto, y se subió a la vereda, embistiendo al grupo de jóvenes contra el paredón de las vías del ferrocarril Sarmiento. Luis Rappazzo, el abogado que representa a la familia de Lautaro Juárez, sin embargo, y pese a algunos cuestionamientos, se mostró, con algún reparo, satisfecho con el fallo. Cuando la Justicia, una vez mas, no cumple con las expectativas, a través de un fallo polémico.