miércoles, 22 de abril de 2015

Un doloroso, lamentable e injusto final para un pintoresco personaje de Morón relatado en esta triste crónica

Raúl Merlo, conocido popularmente por "Válvula", o "Chino", es (deberíamos acostumbrarnos a decir : fue) uno de esos personajes queridos que podría tener distintos calificativos : llamativo, típico, característico, aunque nosotros elegimos : pintoresco. Desde que se lo conoce (hace muchísimos años), siempre anduvo, y hasta vivió en el Club Deportivo Morón. Su situación siempre fue precaria, y por eso, durante tantísimo tiempo, se lo albergó en instalaciones del club. Y el, quizás de agradecido, siempre colaboró en lo que pudo : mayormente, con los chicos de inferiores, y también de otras disciplinas, como basquet, y patín, quienes también expresaron su dolor y asombro por las redes sociales, al enterarse de la noticia. También hemos visto palabras de dolor de varios ex-jugadores del club, que, desde chicos,  ....siempre podían contar con Válvula, que siempre estaba para ellos. Todos lo conocían y trataban : hinchas, dirigentes, chicos y grandes, y nunca, jamás ocasionó problema o incidente alguno al club. Siempre su comportamiento fue, no diremos ejemplar para no caer quizás en una exageración, pero si, muy correcto y ubicado. Raúl dejó de existir de la manera mas triste : solo, y casi abandonado. Antes, había estado internado un tiempo por problemas de salud en el Hospital de Morón. Fue en la Plaza La Roche, donde nos encontramos con un contrasentido : abarrotada de gente por todos lados, y sin embargo, Raúl estaba solo. Como puede ser esto ? : y si, puede ser, porque el necesitaba estar en Deportivo Morón, para sentir que estaba con alguien. Así, empezó a merodear esa plaza, con la mirada perdida en la nada, y no solo la mirada, quizás, también, su mente y su corazón se sentían perdidos.  Y aquí hay que mencionar lo que no hubiéramos deseado, y nos cuesta creer : según muchos testimonios confiables y serios, al volver del Hospital, por decisión de la máxima autoridad del club, en lo que sería un acto de insensibilidad social, se le habría prohibido la entrada al mismo, que para el, era su casa. Eso, a la larga, porque se desprende, del sentido común, .....fue lo que lo mató. Su situación era de calle, y necesitaba de quien era todo para el, su club, y este, le cerró sus puertas. Bueno sería que se aclare esta situación, y se sepa la auténtica verdad, si esto fue así, o no. Desde aquí, brindamos nuestro humilde homenaje, a ese personaje que, cada vez que uno lo cruzaba por Morón, invariablemente, respondía con una sonrisa y un gesto característico que ahora, seguramente, lo estará haciendo, pero desde allá arriba, donde están tantos y tantos otros personajes que, como el, tuvieron como pasión fija y única, al Gallo de Morón. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario